Incluso si se lleva a cabo un buen mantenimiento preventivo, a veces no queda otro remedio que enfrentarse a la reparación de compresores.
En esas ocasiones es importante actuar con rapidez para evitar que se retrase el flujo de trabajo. Pero, sobre todo, para impedir que el daño sobre el compresor sea mayor y se produzca una avería en cadena.
Conscientes de la necesidad de ofrecer una respuesta rápida y eficaz, ponemos nuestra experiencia a la disposición de nuestros clientes y ofrecemos este servicio.
Ahora bien, ¿cuándo se hace necesario contratarlo?
Hay ciertas averías que aparecen por el desgaste inevitable del tiempo. Cuando son averías mínimas puede ser difícil detectarlas. Por ejemplo, es probable que el equipo no deje de funcionar por completo sino que su rendimiento vaya menguando y los tiempos se alarguen.
Algunas señales que indican que algo no va bien con tu compresor son las siguientes:
- Se escucha un siseo adicional a la marcha. Podría indicar que hay una fuga de aire en algún conducto.
- El compresor se enciende pero a los segundos se apaga solo.
- Directamente no se pone en marcha el equipo.
- Capacidad de aire menor, incluso dando la sensación de que el tanque está vacío. Podría deberse a una carga excesivamente rápida.
- Otras anomalías con respecto a su funcionamiento habitual.
Analizar los efectos nos ayuda a identificar las causas. Pero también puede ocurrir que una misma consecuencia tenga varias fuentes de falla.
Por todo ello, lo mejor es ponerse en manos de profesionales que sepan evaluar la mejor manera de realizar la reparación de compresores.
Contacta con Folch Técnica Industrial para contratar un servicio a tu medida que responda a las necesidades de tus equipos y asegure su buen funcionamiento.